jueves, 9 de octubre de 2008

EL UNIVERSAL: Trent y su potente tren melódico

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"El artista debe tratar de entender qué es lo que quieren sus fans", ha dicho Trent Reznor, líder y genio de la agrupación Nine Inch Nails. Y vaya que lo entendió él al presentar ayer su tour Lights in the sky en el Poliedro de Caracas.

Durante dos horas el maquinista del rock industrial puso a andar una bien aceitada locomotora de paredes con videos, decenas de luces milimétricamente dispuestas y un repertorio de joyas. Todo mantuvo a la audiencia entre boquiabierta y eufórica, nunca detenida.

A partir de las 9:00 p.m., luego de la enérgica presentación del cuarteto venezolano Viniloversus, apareció entre la oscuridad Reznor.

Al son del tema 1.000.000 la emoción del público comenzó a crecer, así como también la carga visual. Al principio figuraron sólo luces, luego se fue develando una compleja maquinaria con las pantallas que se superponían y que cambiaban según el devenir de cada interpretación melódica. Siguieron otras gemas como Letting you, Discipline, March of the pigs, Piggy, The Frail, The Wretched y Closer, una de las más coreadas e las más de dos horas de show.

A mitad de noche, los "¡wow!" por parte del ferviente público no pararon de escucharse, pues Reznor y sus compañeros -el guitarrista Robert Finck, el guitarrista y bajista Justin Medel Johnsen, el baterista Josh Freese y el tecladista Alessandro Cortini- se envolvieron entre los dos paredones de videos que a su vez interactuaron con las decenas de luces.

Se trató de un colorido y destellante marco visual pensado por Martin Philips (el creador de las pirámides de Daft Punk y los círculos de Soda Stereo) y que siguió también cada uno de los bombos electrónicos de los Nails en otras piezas como Head Down, Gave up, The Warning y Vessel.

Pero por más y más y más que se complicó cada milimetradísimo cuadro audiovisual, la banda nunca quedó opacada gracias a su constante y sonante entrega en escena.

Así lo agradeció el auditorio, que no paró de secundar cada uno de los pedidos de los estadounidenses. Algunos vestidos de eléctricos colores (tal vez fans del repertorio electrónico de Reznor), otros de negro (quizá amantes de lo estridente), todos se ganaron las tardías palabras de Reznor.

"Nos tomó mucho venir. Es nuestra primera vez y resulta muy cool (chévere)", dijo el vocalista, antes de dar su mensaje político antirrepublicano y de entonar sus canciones finales, entre ellas Pinin, Terrible Lie, Survivalism, su primer sencillo Head like a hole y la balada Hurt. Con un "¡gracias!" mutuo y el tema In this twilight la locomotora se detuvo.

Jose Antonio Azopardo
EL UNIVERSAL

1 comentario:

Anónimo dijo...

The Warning y Vessel no fueron tocadas, el artículo de El Universal las menciona pero no fue así