Over Venezuela 08.10.08Inolvidable. Para mi la experiencia comenzó desde el 27 de Junio cuando las fechas fueron anunciadas, fue una emoción tan grande que hasta hoy Jueves después de que me pasara una de las mejores cosas que me ha podido pasar en toda mi vida, la emoción sigue viva e incluso más grande que nunca.
En compañía de Daniel (AntaresMHD), Javier (Pimienta - Chapu), Fernando y Karwin, nos dirigíamos al Poliedro oyendo The Downward Spiral, buscando señalizaciones que nos dijeran hacía donde agarrar camino, donde al ver “La Rinconada” era prácticamente ver “Nine Inch Nails a tantos Km”. Llegamos al Poliedro a eso de la 1 PM con la adrenalina a 1,000,000 (¿Cómo esperan que escriba ‘un millón’ después de anoche?)
Ya en la cola me impresionó ver como muchos tenían en sus manos o habían leído el famoso folletico de como comportarse una vez adentro. Eso se lo agradezco inmensamente a todos los que ayudaron sacando copias y repartiendo para que todos lo leyeran. Estando en la cola se nos acercó una chama de La Mega, nos regaló calcomanías y nos tomarón una foto que hasta ahora estoy esperando. Las horas, por supuesto, se hacían eternas, pero como todo lo que se hizo por este concierto, valieron la pena, además, que en compañía de la gente con la que fui el tiempo pasó mucho más rápido. En la cola me conseguí con Drax, Elionin, Ronin y Phollox, estos cuatro unas personas excelentes y con quienes compartí mi emoción en la espera por el concierto a través del blog, fue genial después de tanto tiempo verlos ahí, me habría gustado ver a los demás, Carlos Zombie, Ramenoth, y otras personas que participaron en el tema oficial de nin.com.
Este evento fue hecho para impresionar a los fanáticos desde que comenzó hasta que finalizó, esto lo digo porque a las 6 ya las colas se estaban moviendo para el misterioso “canje de entradas”, el proceso fue rápido y efectivo. Otra cosa que me impresionó fue que no le prestaron atención en absoluto a las cámaras, pero irónicamente, si le prestaron atención a los Sharpies (me dijeron que no podía pasar con el mío).
Entramos a la Arena con la emoción otra vez, a millón. Tomamos un buen puesto que más adelante cambió (March Of The Pigs), vimos las pantallas inmensas que más tarde bajarían para dejarnos a todos los que sabíamos y no sabíamos de que se trataba con la boca abierta. Leo Herrera subió al escenario y si no me equivoco, fui uno de los primeros (junto a Drax que luego me mandó un mensaje preguntándome si lo había visto) en gritar su nombre, se volteó hacía el público y nos saludó unas 2 veces con una sonrisa en la cara.
A las 8 PM (otra vez Evenpro impresionandome con su puntualidad), apagaron las luces y salió a la escena el grupo que abriría el concierto, Viniloversus, una banda venezolana que a pesar de que no tenía nada que ver con Nine Inch Nails y que fue un toque muy muy corto, personalmente opino que lo hicieron bastante bien, lástima que mucha gente a quienes no les gustó creía que si se bajaban ellos más rápido Nine Inch Nails saldría también a las 8:30, pero no, no es así, igual tendríamos que esperar.
Se baja Viniloversus del escenario, las luces se encienden otra vez faltando unos 40 o 30 minutos para las 9, la gente del staff técnico colocó en este momento el setlist para cada miembro de la banda, sus instrumentos, etc.
9:05 aproximadamente, el momento más emocionante de mi vida, apagan las luces nuevamente, comienza a oírse 999,999 cada vez más fuerte, al minuto de esto, cada miembro de la banda se para en su parte del escenario con sus instrumentos y se oye la batería de 1,000,000, el Poliedro se venía abajo explotando en vitores de energía cuando Trent Reznor salió entre la oscuridad, tomó su micrófono para cantar “KIND OF HARD! HARD TO SEE!”, este momento, ese instante en que salió con toda su energía de la nada viendo directamente hacía el punto donde tenía levantada mi bandera de “Art Is Resistance”, jamás lo olvidaré, ya para esos primeros minutos de concierto mi garganta casi sangraba. “Blow my fucking brains out, pretty patterns on the floor.”
Comienza la caótica Letting You. Finck, con su increíble presencia y calidad haciendo sonar esos riffs como solo él podría hacerlos sonar, Justin dándole su toque único a la canción y por supuesto, la batería del maestrisimo Josh Freese junto a los sintetizadores del italiano favorito de todos después de Don Corleone, Alessandro Cortini.
Hasta este momento eran solo luces, para Discipline (Alias “Quitarse la camisa y darle vueltas en el aire) comenzamos a ver como la barra que vemos en la porta de The Slip se creaba en la pantalla del fondo. La canción puso prácticamente a bailar al Poliedro cantando “Once I start I cannot stop myself!”… todo era relativamente tranquilo para lo que estaba por venir…
Sin mas, ni menos, inicia March Of The Pigs, jamás creí que podría disfrutar tanto algo que me hizo recibir tantos golpes seguidos en los pulmones y que casi no me dejaba respirar, esta era una de las canciones que más esperaba, y no por las ollas, no por los empujones, si no por la agresividad que tiene por si sola, por como despierta al público con el resonar de las palmas al ritmo de la canción. Ya aquí la manada de gente que venía desde atrás nos alejo un poco, pero solo un poco de nuestro puesto inicial.
Como para descansar después del verdadero infierno desatado, comienza la clásica Piggy, donde todos, una vez más, coreamos junto a Trent. Canción en la cual podemos admirar el trabajo de Josh Freese en la batería, el tipo es una maquina, así de sencillo.
Trent se dirige a su teclado y oímos The Frail con la piel erizada y la expectativa apoderándose de todos, ¿Tocarán Closer o The Wretched?, tocaron The Wretched.
“The clouds will part and the sky cracks open And God himself will reach his fucking arm through”
Este punto, es el que más esperaba de toda la noche, The Wretched es una canción que tiene demasiada intensidad en vivo, y que suena épica acompañada al comienzo de The Frail (como tiene que ser pues). Ahora como la letra de la canción, todos sabemos lo que se siente estar en un concierto de Nine Inch Nails. Totalmente impresionado por Finck en este punto, el solo fue esplendido, soñé con este momento miles de veces, cantándola en mi cuarto con los ojos cerrados e imaginando que estaba en el concierto. Soñando, soñando algo que se volvió realidad.
Enseguida después de esto, Head Down, el track 6 de The Slip (y una de mis favoritas del disco). El símbolo, o el Artwork, de esta canción como en Discipline, aparece en la pantalla del fondo, esto particularmente me pareció genial. Es difícil no sentirse identificado con cierta parte de la canción, “This is all a dream”, cuando se está viviendo algo como lo que todos estábamos viviendo ese día. Primera pandereta que lanzan al público, quienes la tomaron estuvieron por el resto de la canción y parte de la otra batalleandose por ella. El final de la canción tiene muchísima energía, Trent toma una especie de teclado una vez más y finaliza la canción con una melodía perfecta.
Ahora una canción que todos reconoceríamos a leguas, Closer, cuyos visuales fuimos los primeros en ver afortunadamente (la técnica no había funcionado ni en Chile, ni en Argentina), Trent iba al fondo del escenario donde estaba situada una cámara que luego lo mostraría a él en la pantalla con un efecto parecido al de “night vision” pero en rojo, efecto que no podía venir mejor con esta canción en específico. ¿Quién no iba a cantar esta canción?, ¿cuándo en otro sitio ibas a oir a miles de personas cantando “I want to fuck you like an animal” y que no los miraran como pervertidos?, nunca.
Gave Up, comienza el caos inevitable otra vez, las luces en esta canción son para quedarse viéndolas y babeándose. En este caso no por los efectos, si no por el constante parpadeo de las mismas. La canción, por supuesto, genial.
Silencio y oscuridad por unos momentos, la pantalla frontal baja quedando frente a ella las siluetas de Cortini, Justin, Trent y Robin para comenzar con las dos canciones respectivas de Year Zero que son tocadas con esta modalidad. Así, y sorpresivamente comienza Me, I’m not, la gente en este momento estaba impresionada viendo esta parte del espectáculo (me incluyo). Finaliza Me, I’m not e inicia la segunda canción de esta parte del concierto, The Great Destroyer, la estática en el fondo, el sentimiento futurista, el breakdown de esta canción, todo fue perfecto. Se pudieron oir algunas risas entre las personas que vieron el frame en el breakdown que incluye el “BLUE SCREEN OF DEATH”. Esta parte en particular fue también una especie de sorpresa, porque tomando en cuenta los setlists de Argentina y Chile lo esperado era que oyéramos “The Warning” y “Vessel”.
La pantalla se torna a azul, Trent se para nuevamente frente a una cámara y oímos las letras de The Greater Good acompañadas por la música de Corona Radiata (Una de las sorpresas de la gira en Sur América). La cara de Trent en un color grisáceo se superponía entre las ondas azules, acercándose y alejándose cantando “Breathe… us in… slowly…”, la gente cada vez más estupefacta con lo que veían no iban a esperar lo que verían al finalizar esta canción. La pantalla fue borrada en su totalidad por una linterna para dar inicio a la intro utilizada por NIN más conocida de todas, Pinion.
Sube la pantalla, y justo en el orden de Broken, inicia Wish, la energía de esta canción es inigualable. Salté, grité, canté junto a Trent una de las canciones con las que los conocí. Ollas y empujones como en March Of The Pigs comenzaron a verse otra vez, pero en este momento, nadie me podía arruinar lo que estaba viviendo. Nada podía detener la emoción y la adrenalina que en ese momento tenía dentro de mi.
Otro de los clásicos del grupo, proveniente del Pretty Hate Machine, gritamos todos el inicio de Terrible Lie con el puño en el aire. Ambas pantallas, frontales y traseras se volvieron rojas, mostrándonos a veces abstractamente la figura de cada uno de los miembros de la banda. Cada vez creía menos lo que estaba viendo, cada vez se me hacía más difícil caer en cuenta que estaba viendo ese espectáculo.
Survivalism, como me lo esperaba, levantó cierto aire de protesta en el Poliedro, la gente con su puño arriba moviéndolo al ritmo de la canción. Todos intentando localizarse en las pantallas de seguridad que durante esta canción aparecen en la pantalla trasera. Eran cuatro, de las cuales una de ellas mostraba a Trent (como en el video de la canción) y el resto al público. Este, aunque no creí que sería así, fue uno de mis momentos favoritos del concierto. Logró despertar en mi el recuerdo de todo el sentimiento de anticipación al concierto, como hacía mi bandera, como preparaba lo que iba a llevar, despertó el sentimiento de “Art Is Resistance” pues, y por supuesto, levanté mi bandera. También, fue una especie de desahogo de lo cansado que nos sentimos muchos de la situación actual de nuestro país y del mundo entero. La canción de verdad tuvo mucho más sentimiento del que creí que tendría.
La pantalla frontal baja nuevamente para posarse frente a la banda, comienza a sonar una de las canciones de The Fragile, The Big Come Down. En ella aparecieron una especie de bombillos de neón girando entre si mismos. Cosa que ocurrió en los conciertos de la gira por Norte América pero que para nosotros fue parte de la misma pantalla, cosa que me pareció perfecta, me impresionó muchísimo como se las arreglaron para traernos ese pedazo del espectáculo a su propia manera.
La primera y única canción de Ghosts I-IV, 31 Ghosts IV que a muchos nos recuerda en la carga épica a la bien conocida Just Like You Imagined, fue tocada con la pantalla frontal abajo. La canción, una de mis favoritas de Ghosts I-IV, sonó sublime. Los gráficos que se mostraban en la pantalla era una especie de líquido flotando en otro.
Las luces se vuelven tenues y escuchamos el nuevo intro por Robin Finck para la canción Only. La pantalla oculta al grupo por completo en lo que sería una estática que más tarde, donde Reznor se parara esta desaparecería para dejarlo ver, a veces a él, a veces a la banda entera. En lo visual esta está entre mis partes favoritas del concierto y que más esperaba ver. Los que no habían visto antes no podían cerrar los ojos ni la boca ante tal efecto. Así, con The Hand That Feeds escuchamos la segunda canción del WITH_TEETH esa noche. La cara de Mr. Danger (George W. Bush) apareció en la pantalla del fondo y poco a poco a medida que iba avanzando la canción se iba transformando en el candidato presidencial John McCain.
Era el turno de la canción con que abre el álbum Pretty Hate Machine, Head Like a Hole, espléndida como siempre, llena de rabia, de fuerza y energía. El público por supuesto “tripeandosela durísimo” y entre ellos un incredulo yo que hacía lo mismo. La canté a todo pulmón como siempre quise hacerlo, la disfruté y allí me di cuenta de que ya se estaba acercando el final del concierto. Dejando el escenario a oscuras comenzó a descender el NIN gigante frente al escenario. No se imaginan, no tienen idea de lo mucho que deseaba ver eso, estaba a punto de pedirle a quienes tenía cerca que por favor me dieran un golpe para ver si no estaba soñando, claro, que me di cuenta que un golpe después de 1000 no iba a tener ningún efecto. Allí estaba, el logo de NIN en toda su grandeza, todos aplaudiendo y gritando como nunca.
Luego de esto, cuando muchos creyeron que ya no podían ver algo que los impresionara más, la pantalla de Echoplex aparece, Josh Freese camina frente a ella y con el tacto en la pantalla va armando lo que sería el drum-beat de Echoplex. Más de un “no puede ser” y una cara de que vieron la luz al final del camino pude presenciar y yo por supuesto, contento de ver por fin eso en persona. Así comenzó Echoplex, sonando tal y como debería sonar, sonando mejor que en todos los videos que vi de noches anteriores, sonando mejor que el mismo ensayo de las canciones de The Slip. Ya tenía la garganta tan gastada que no podía ni hacer el “lalalalala”, lo intenté y me reí de mi mismo. El trabajo se lo dejé a Trent, Cortini y Justin.
¿Y por qué no?, vamos a consentir un poco más a Venezuela y les damos la tercera canción exclusiva para ellos en la gira por Sur América, The Beginning Of The End. Una canción que se queda en la mente desde la primera vez que la oyes y que no esperaba oírla esa noche en absoluto, me impresioné muchísimo cuando oí ese ritmo característico de la batería y los riffs que te hacen reconocerla así estés en el otro lado del mundo.
Reptile, REPTILE, acompañada de unos efectos estrenados en Sur América en su total magnificencia la canción fue para mi uno de los highlights del concierto. “Oh my precious whore, my desease my infection, I’m so impure…”, fue increíble cada segundo de ella, mientras muchos por mi zona solo estaban moviéndose un poco al ritmo yo estaba headbangueando mas que nunca. Otra cosa que estoy seguro que ni el Alzheimer podría borrar.
Ahora si… el escenario se torna oscuro nuevamente, solo unas luces fijas alumbrando a cada miembro de la banda entre la oscuridad y el sonido del viento característico de Hurt. Junto con la guitarra de Finck, Trent inició uno de los momentos más importantes de la noche para muchos, una presentación cargada de un sentimiento único tanto por parte de Reznor como por parte del público. Se escuchaban sollozos, se escuchaban cantos entrecortados. La piel la tenía erizada al oír a todas las voces acompañando en el coro. Fue sublime. Escuché desde general un “I LOVE YOU TRENT” que por unos momentos me asustó y luego, los silbidos del público (también en general) que fueron totalmente innecesarios. Pero sin embargo, aquí es cuando digo que el folletito cumplió con gran parte de su labor. La mayoría de la gente lo único que hizo fue cantar y ya.
La última canción del concierto fue In This Twilight, los ojos se me aguaron y la piel se me erizó una vez al oír la melodía de una despedida perfecta. Watch the sun as it crawls across a final time. No hay una palabra para describir lo grandioso que fue el cierre del concierto. Una pantalla en el fondo mostraba una ciudad consumida por la contaminación siendo bombardeada. Al final, la ciudad fue desapareciendo poco a poco entre una luz blanca y 3 luces en la pantalla superior representando las “Luces en el cielo”.
And the sky is filled with light
Can you see it?
All the black is really white
If you believe it
As the time is running out
Let me take away your doubt
We can find a better place
In this twilight
El concierto finalizó por lo alto, dejándome recuerdos que jamás se irán de mi mente y una satisfacción inmensa. Aún, en ese momento e incluso mientras escribo esto no puedo creer lo que viví ese día. Todo valió la pena, la espera, estos meses en los que estuve trabajando en el blog, cada centavo gastado, el viaje a Caracas sin casi dormir, todo, absolutamente todo valió la pena y lo repetiría mil veces si es necesario. Esta es una experiencia que me encantaría que se repitiera, merece ser vivida más de una vez. Y pues, el agradecimiento que siento en estos momentos hacía la banda y hacía los organizadores es inmenso, me gustaría como dije en alguna oportunidad, enviarle una carta de agradecimiento a cada uno.
Fue impresionante, cada segundo lo fue, era como estar soñando despierto y mejor aún, compartirlo con todas las personas que están sintiendo lo mismo. Gracias a todos, gracias a los que siguieron el blog por todo este tiempo, a quienes colaboraron en todo lo que pudieron, todo lo que pasó en estos meses y lo que está por venir no es más que una muestra de que hay gente aquí que aprecia este tipo de cosas y a quienes de verdad les importa. Ojalá un día nos encontremos otra vez y que esas “Luces en el cielo” pasen nuevamente por Venezuela.
Gracias a Daniel por darnos hospedaje y por ser nuestro guía en Caracas, a Javier (Chapu) por llevarnos hasta el Poliedro y por ayudarme a conseguir la pajuela de JMJ, a Fernando por tomar el viaje conmigo, a Karwin por todas las fotos, nuevamente a quienes conocí por Internet y luego tuve la oportunidad de conocerlos en persona, todos son tremendas personas, Drax, Elio, Ronny, Ramenoth a quien no conocí en persona pero se que hizo un buen trabajo.
Espero que se repita más pronto que tarde, para compartir con todos ustedes una vez más esto.