"El artista debe tratar de entender qué es lo que quieren    sus fans", ha dicho Trent Reznor, líder y genio de la    agrupación Nine Inch Nails. Y vaya que lo entendió    él al presentar ayer su tour Lights in the sky    en el Poliedro de Caracas.
Durante dos horas el maquinista del rock industrial puso    a andar una bien aceitada locomotora de paredes con videos,    decenas de luces milimétricamente dispuestas y un repertorio    de joyas. Todo mantuvo a la audiencia entre boquiabierta y    eufórica, nunca detenida.
A partir de las 9:00 p.m., luego de la enérgica presentación    del cuarteto venezolano Viniloversus, apareció entre    la oscuridad Reznor.
Al son del tema 1.000.000 la emoción del público    comenzó a crecer, así como también la carga    visual. Al principio figuraron sólo luces, luego se fue    develando una compleja maquinaria con las pantallas que se    superponían y que cambiaban según el devenir de    cada interpretación melódica. Siguieron otras gemas    como Letting you, Discipline, March of the pigs, Piggy,    The Frail, The Wretched y Closer, una de las más    coreadas e las más de dos horas de show.
A mitad de noche, los "¡wow!" por parte del ferviente público    no pararon de escucharse, pues Reznor y sus compañeros    -el guitarrista Robert Finck, el guitarrista y bajista Justin    Medel Johnsen, el baterista Josh Freese y el tecladista Alessandro    Cortini- se envolvieron entre los dos paredones de videos    que a su vez interactuaron con las decenas de luces.
Se trató de un colorido y destellante marco visual pensado    por Martin Philips (el creador de las pirámides de Daft    Punk y los círculos de Soda Stereo) y que siguió    también cada uno de los bombos electrónicos de los    Nails en otras piezas como Head Down, Gave up, The Warning    y Vessel.
Pero por más y más y más que se complicó    cada milimetradísimo cuadro audiovisual, la banda nunca    quedó opacada gracias a su constante y sonante entrega    en escena.
Así lo agradeció el auditorio, que no paró    de secundar cada uno de los pedidos de los estadounidenses.    Algunos vestidos de eléctricos colores (tal vez fans    del repertorio electrónico de Reznor), otros de negro    (quizá amantes de lo estridente), todos se ganaron las    tardías palabras de Reznor.
"Nos tomó mucho venir. Es nuestra primera vez y resulta    muy cool (chévere)", dijo el vocalista, antes de dar    su mensaje político antirrepublicano y de entonar sus    canciones finales, entre ellas Pinin, Terrible Lie, Survivalism,    su primer sencillo Head like a hole y la balada Hurt.    Con un "¡gracias!" mutuo y el tema In this twilight    la locomotora se detuvo.
            Jose Antonio Azopardo
EL UNIVERSAL
1 comentario:
The Warning y Vessel no fueron tocadas, el artículo de El Universal las menciona pero no fue así
Publicar un comentario